Magaly Vera
Si un presidente tiene un alto porcentaje de aprobación, en ese caso, su apoyo es de vital importancia para los posibles candidatos a cualquier plaza pública, pero si no cuenta con el apoyo de la población, pues de nada sirve que le de primeras planas o que “sugiera”, o de explicaciones de las ventajas de elegirlo y “continuar” con las obras ya iniciadas. Eso quedo demostrado en el Caso Alan, mas aun si su paso dejo petroaudios, patadas ,casos como el de Cofopri y las bofetadas dadas en el hospital Rebagliati. De nada sirve un mea culpa a última hora, aunque quien sabe, el elector peruano, es impredecible. Quien no recuerda el caso Zarai, supongo que Toledo hubiera sido elegido en primera vuelta si la reconocía en primera instancia. Al pueblo peruano le gusta las novelas con un happy end y eso fue en la segunda vuelta.
Si un presidente tiene un alto porcentaje de aprobación, en ese caso, su apoyo es de vital importancia para los posibles candidatos a cualquier plaza pública, pero si no cuenta con el apoyo de la población, pues de nada sirve que le de primeras planas o que “sugiera”, o de explicaciones de las ventajas de elegirlo y “continuar” con las obras ya iniciadas. Eso quedo demostrado en el Caso Alan, mas aun si su paso dejo petroaudios, patadas ,casos como el de Cofopri y las bofetadas dadas en el hospital Rebagliati. De nada sirve un mea culpa a última hora, aunque quien sabe, el elector peruano, es impredecible. Quien no recuerda el caso Zarai, supongo que Toledo hubiera sido elegido en primera vuelta si la reconocía en primera instancia. Al pueblo peruano le gusta las novelas con un happy end y eso fue en la segunda vuelta.
En el caso Alan pues al contrario, su espaldarazo causa suspicacias, ya que uno se pregunta: continuar que, no destapar que, por qué no elegir a otro.
Es cierto que las cifras macroeconómicas señalan un auge, pero no es evidenciado en la base de la población, siguen habiendo desbandes, tuvimos el caso Bagua, el Moqueguazo y otros similares. El hecho de haber elegido propuestas diferentes a las iniciadas, significan que los peruanos no están conformes, que quieren un cambio. Los representantes de los gobiernos regionales demuestran que los peruanos están optando por movimientos ambientalistas pese al famoso artículo de Alan en “El perro del Hortelano”, que llamaba retrogradas a los que no aprobaban el avance de las empresas mineras.
Esperemos que el próximo año los peruanos sean más acuciosos al momento de elegir su candidato y no se dejen guiar ni por los regalos ni las promesas quimeras y mucho menos por los endoses de partidos.
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