viernes, 9 de diciembre de 2011

Seminario Taller: Derecho de las Personas con Discapacidad en San Juan de Lurigancho y Lima, desde la Convención Internacional (09/12/2011)

 


A Luisito y Juan cuevas, por enseñarme un mundo inexplorado para mí

Magaly Vera

Debo admitir que soy neófita en el tema de discapacidad así que mi primer paso, fue cambiar el concepto social que tenía sobre incapacidad y discapacidad. Términos que la sociedad confunde a menudo. Según Wikipedia discapacidad:

“es una realidad humana percibida de diferentes formas en diferentes periodos históricos y civilizaciones. Se ha propuesto un nuevo término para referirse a las personas con discapacidad, el de mujeres y varones con diversidad funcional, a fin de eliminar la negatividad en la definición del colectivo de personas con discapacidad y reforzar su esencia de diversidad.”

En cambio incapacidad, puede referirse a:

  • La falta de capacidad para hacer, recibir o aprender algo; o de entendimiento o inteligencia; o la falta de preparación, o de medios para realizar un acto.
  • Incapacidad física es la pérdida parcial o total de la capacidad innata de un individuo, ya sea por causas relacionadas con enfermedades congénitas o adquiridas, o por lesiones que determinan una merma en las capacidades de la persona, especialmente en lo referente a la anatomía y la función de un órgano, miembro o sentido.
  • Incapacidad jurídica es la carencia de la aptitud para la realización del ejercicio de derechos o para adquirirlos por sí mismo.
  • Incapacidad temporal o baja laboral, es la situación de un trabajador cuando por causa de una enfermedad común o profesional, o por un accidente está temporalmente incapacitado para trabajar por indicación médica, y precisa asistencia sanitaria.
Como puede evidenciarse, los conceptos son diferentes. No necesariamente un discapacitado, es un incapaz.
Mi segundo paso fue entender que la discapacidad no sólo está referida a personas con trisomía 21, sino también aquellos que tienen deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales (lo que comúnmente denominamos como cojo, manco, ciego, tartamudo etc.). La causa puede haber sido diferente en cada caso. En algunos, producto de guerras internas, en otros, por la extrema pobreza con todas sus exclusiones como la desnutrición, falta de información, detección, atención temprana de enfermedades. También puede ser por un accidente de tránsito o laboral, por violencia familiar etc. Por lo tanto, nadie está libre de convertirse en un discapacitado y no es correcto preocuparse de ello, solo cuando uno sea la víctima.

En nuestro país según la Encuesta continua de hogares del Hogar, el  8.4% de la población (2´343,398 personas) tienen alguna discapacidad. Un gran porcentaje corresponde a las mujeres y la cuarta parte a los quechua hablantes. Otro dato a tomar en cuenta es que el 82% de peruanos con discapacidad vive por debajo de la línea de pobreza (Censo 2007), y lo que es peor el 87.1% de ese universo y que estan en edad escolar, no tienen acceso a la educación. Eso explica porque el 22.7% no sabe leer ni escribir.
Es decir, este porcentaje de la población peruana, además de la problemática que afronta, no se ha visto beneficiada por ley alguna, es por eso que la Convención sobre los Derechos de las personas con discapacidad suscrita por el Perú, obliga a cambiar el enfoque tradicional médico, protector y compasivo; por un enfoque de derechos que promueva el respeto a la dignidad y una efectiva inclusión social de las personas con discapacidad.

En el Seminario Taller realizado el 09 de Diciembre del 2011, se detalló las leyes peruanas que se han avanzado hasta ahora, como el acceso a una educación sin discriminación. Referente al empleo se indica que los empleadores privados que cuenten con más de 50 trabajadores, deberán acoger la cuota de 3% de discapacitados. Asimismo en el tema de Tributos, se propuso un trato diferente para los contribuyentes con discapacidad. El tema que concitó mi interés y admiración fue el que expuso la Srta. María Alejandra Villanueva Contreras, quien narró su titánica lucha personal en favor de un derecho recortado a todos aquellos que como ella, llevaban un logo peyorativo en su D.N.I.: “persona con discapacidad mental”, y que automáticamente los descalificaba para elegir a su candidato en todas las elecciones. Ella tuvo que llevar su caso a la ONU para que RENIEC, recién los incluya  en el padrón electoral. Fueron aproximadamente 24,000 personas las beneficiadas. Un gran logro de inclusión jamás alcanzado en nuestro país.

Cabe señalar que María Alejandra, es de San Juan de Lurigancho, estudió en el Centro Educativo Especial los Pinos y actualmente es actriz del grupo Imágenes. En ningún momento de su vida, vio mermado su sueño de ser considerada ciudadana, ni discriminada, por ese concepto que luego de las brillantes exposiciones que escuche, tuve que cambiar y que definitivamente, me hizo sentir incapaz a mí.

El hecho de tener síndrome de Down, no los hace inútiles tal como lo comprobamos en el caso de María Alejandra. Al contrario, uno aprende que quizás tengan lentitud en algunas respuestas, pero eso no significa que este errada, sino véase el caso de Stephen Hawking, unos de los más grandes científicos que tenemos en nuestro planeta. Algo que también los identifica además de los dedos regordetes, ojos achinados, sonrisa permanente y que lo olvidamos: es la infinita ternura que prodigan y que por la velocidad con que vivimos, pasamos por alto. No olvidemos que la sensibilidad y la inteligencia es inherente a todo ser humano.  Otra prueba de ello es el caso de Ludwig Van Beethoven, uno de los compositores más preciados de la música, que curiosamente era discapacitado en el oido; ni que decir de la sapiencia de José Carlos Mariátegui. Si seguimos la lista, me faltarán páginas.

Este magno evento fue organizado por la Municipalidad Metropolitana de Lima, la Sociedad de Síndrome de Down y Yancana Huasy. Y quien puso más empeño en que ese evento fuera un éxito, es Juan Cuevas, promotor interdistrital de la MML y es al que debo de agradecer por enseñarme este universo inexplorado.

Obviamente, María  Alejandra no podía culminar su extraordinario discurso sin agradecer a su Colegio, a las entidades organizadoras y a CONADIS; a diferencia de otros que una vez logrado el éxito, olvidan sus orígenes.

Grande María Alejandra.



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