jueves, 16 de junio de 2011

Congreso no llega a consenso para elegir al Defensor del Pueblo

 
Por: Luis Alberto Huerta Guerrero
En la sesión del miércoles 15 de junio, el Pleno del Congreso de la República realizó el segundo intento por alcanzar los 80 votos necesarios para elegir al nuevo Defensor del Pueblo. Finalmente ello no ocurrió. Esta noticia ha sido recibida de distintas maneras. Para algunos, correspondía que este Congreso, que concluye sus funciones en julio próximo, elija al nuevo Defensor, a fin de garantizar su independencia respecto al próximo gobierno. Para otros, era mejor que esta elección recayera en el siguiente Congreso. A propósito de todo ello, consideramos importante hacer mención a algunos aspectos relacionados con el proceso de elección de esta alta autoridad del Estado, entre cuyas funciones se encuentra la defensa de los derechos fundamentales de la persona a través de la “magistratura de la persuasión”. En forma complementaria, la ocasión es propicia para realizar algunos comentarios sobre este procedimiento parlamentario.
Fuente de la imagen: RPP
1- Elección de la Defensora del Pueblo Beatriz Merino y culminación de su mandato: El 29 de setiembre del 2005 el Pleno del Congreso de la República, con 92 votos a favor, dos en contra (congresistas Chávez Chuchón y Rey Rey) y una abstención (congresista Benítez Rivas), eligió a Beatriz Merino Lucero como Defensora del Pueblo. En el Diario de Debates respectivo se puede apreciar que su elección fue mediante una invitación especial realizada por el Presidente del Congreso de la República, aprobada de forma previa por el Pleno. De hecho, la aceptación de Merino para ocupar el cargo se realizó vía fax, desde Washington D.C. Luego de la elección, Merino asumió el cargo el 15 de noviembre del 2005. En consecuencia, su mandato terminaba el 15 de noviembre del 2010. Sobre la elección de Beatriz Merino en el año 2005 se recomienda ver el respectivo Diario de Debates (pp. 620-622 y 640-642)[7clicks].

2- Marco normativo sobre el proceso de elección del Defensor del Pueblo: Conforme lo establece el artículo 161 de la Constitución Política, el Defensor del Pueblo es elegido por el Congreso con el voto de los dos tercios de su número legal de miembros, es decir, se requiere contar con 80 votos como mínimo, algo difícil de conseguir. Lamentablemente, no existe un Reglamento específico para el procedimiento parlamentario de selección de candidatos y elección por parte del Pleno. La única norma sobre este tema se encuentra en el artículo 3 de la propia Ley Orgánica de la Defensoría del Pueblo, Ley N 26520, modificada por la Ley 27831, cuyo texto es el siguiente:

“La designación del Defensor del Pueblo se efectuará dentro de los 60 días naturales anteriores a la expiración del mandato. Para tal efecto, el Pleno del Congreso designará una Comisión Especial integrada por un mínimo de cinco y máximo de nueve congresistas, respetando en lo posible la proporción de cada grupo parlamentario, para encargarse de recibir las propuestas y seleccionar de uno a cinco candidatos.
La Comisión Especial publica en el diario oficial El Peruano la convocatoria para la presentación de las propuestas. Asimismo, publica la relación de las personas propuestas a fin que se pueda formular tachas, las que deben estar acompañadas de prueba documental.
Presentada la propuesta de uno o más candidatos, se convocará en término no inferior a siete días al Pleno del Congreso, para que se proceda a la elección con el voto mayoritario de los dos tercios de su número legal.
La votación se efectuará candidato por candidato, en el orden que presente la Comisión Especial. En caso de no alcanzarse la mencionada mayoría, la Comisión procederá en un plazo máximo de diez días naturales a formular sucesivas propuestas. Una vez conseguida la mayoría de los dos tercios del número legal de miembros del Congreso, la designación quedará realizada.
Agotado el proceso de elección del Defensor del Pueblo en el Congreso de la República sin un resultado definitivo que permita alcanzar la mayoría de los dos tercios del número legal de los miembros del Congreso a ninguno de los propuestos y a petición de no menos del 20% de los congresistas, podrá efectuarse, por acuerdo del Pleno, una convocatoria complementaria por invitación para elegir al Defensor del Pueblo. En tal caso, la votación será mediante voto electrónico en el Pleno del Congreso" (cursivas nuestras).

Como se aprecia, la elección del Defensor del Pueblo debió llevarse a cabo antes del 15 de setiembre del 2010, en cumplimiento de lo dispuesto en la Ley N 26520, pero ello no ocurrió. Incluso, en su momento, la Comisión de Constitución y Reglamento del Congreso se pronunció sobre la situación jurídica de la Defensora del Pueblo en el supuesto que culminase su mandato sin que se haya designado a su sucesor, lo cual finalmente ocurrió.

Al respecto es importante señalar que la Ley N 26520 contempla el mecanismo de elección del Defensor del Pueblo, pero no ha previsto el procedimiento para la reelección. Un intento frustrado de establecerlo, y que quizá hubiese permitido la reelección de Merino, fue visto en la sesión del Pleno del 18 de noviembre del 2010. En su momento hicimos un comentario sobre este debate.

3- Conformación de la Comisión Especial Multipartidaria: A pesar de que la Defensora del Pueblo había culminado oficialmente sus funciones el 15 de noviembre del 2010, el Congreso de la República recién aprobó el 31 de marzo del 2011 la conformación de la Comisión Especial para el proceso de elección del nuevo Defensor. Esa misma fecha, Beatriz Merino dejaba el cargo luego de presentar su renuncia. Sin duda, llama la atención la excesiva demora del Congreso en la conformación de la Comisión Especial, algo que –como ya anotamos- debió haberse llevado a cabo muchos meses antes.

Fuente de la imagen: Congreso de la República
4- Labor de la Comisión Especial Multipartidaria: Las actividades desarrolladas por la Comisión Especial, presidida por el Congresista Luis Gonzales Posada, han quedado descritas en su Informe Final presentado al Congreso de la República, en donde se aprecia que esta Comisión recién inició sus actividades el 19 de abril del 2001. En el mencionado Informe se aprecia la conformación multipartidaria de la misma, así como el cronograma respectivo para el proceso de selección, bastante reducido en comparación con otros procesos similares, como por ejemplo, el proceso de selección del 2010 respecto a los magistrados del Tribunal Constitucional. En todo caso, las Actas de la Comisión dan cuenta de un trabajo serio, aunque resalta de modo particular que en la relación de postulantes apareciesen pocos nombres de abogados calificados para ocupar el cargo. El hecho que sólo una persona haya sido seleccionada para ser propuesta ante el Pleno refleja claramente esta situación. Ver el Informe Final de la Comisión[3clicks], con importante documentación sobre su labor.

5- Debate en el Pleno sobre la propuesta de la Comisión Especial Multipartidaria: En la sesión del Pleno del 9 de junio del 2011, el Presidente de la Comisión Especial hizo de conocimiento de la máxima instancia parlamentaria el trabajo desarrollado y su conclusión final de proponer al abogado Walter Gutiérrez Camacho para ser elegido Defensor del Pueblo. Al respecto casi no hubo debate. Sólo el Congresista Santos pidió unas aclaraciones sobre temas relacionados con el currículum del candidato, las cuales fueron absueltas por el presidente de la Comisión Especial. Luego de ello se dio inicio a la votación, cuyo resultado final fue de 77 votos a favor, cero en contra y 27 abstenciones. Dado que no se alcanzaron los 80 votos exigidos por la Constitución, el mismo Presidente de la Comisión Especial solicitó la reconsideración de la votación, la cual fue aprobada por el Pleno. Sobre estos temas se recomienda ver el respectivo Diario de Debates (pp. 31-45)[2clicks].

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6- Nueva votación en el Pleno del Congreso: El 15 de junio del 2011 se llevó a cabo una nueva votación para elegir al Defensor del Pueblo, resultado de la aprobación de la reconsideración a la primera votación efectuada el 9 de junio. El escenario previo a esta votación era bastante previsible, pues el Grupo Nacionalista había dejado en claro que no iba a respaldar la candidatura de Gutiérrez. También era previsible que el tiempo de duración de la votación fuera largo, a fin de que los diversos grupos políticos puedan lograr que sus congresistas lleguen al Pleno y marquen su voto. Lo que nadie podía predecir era el desorden que se iba a producir por esto último, ampliamente cubierto por los medios de comunicación. Finalmente, con los ánimos más calmados, el resultado final de la votación fue 77 votos a favor de la candidatura de Gutiérrez, 24 en contra y seis abstenciones. En consecuencia, no se alcanzaron los 80 votos exigidos por la Constitución. Sobre estos temas se recomienda ver el respectivo Diario de Debates (pp. 41-45)[2clicks].

Como resultado de todo lo anterior, corresponderá al próximo Congreso elegir al nuevo Defensor del Pueblo, teniendo expedito el camino para una invitación directa. Mientras tanto, la institución sigue con el desarrollo de sus actividades, bajo el Primer Adjunto de la Defensoría como Defensor interino.

César Hildebrandt: “Alan es un ejemplo de corrupción ostentosa”

http://diario16.pe/noticia/6334-caesar-hildebrandt-alan-es-un-ejemplo-de-corrupciaon-ostentosa





 Aunque la elección ya terminó, el ambiente poselectoral sigue polarizado. Y mientras Humala cambia su camisa celeste por el terno, César Hildebrandt le reclama que no sólo se vista como presidente sino que empiece a comportarse como tal. Con esa claridad que da la experiencia, y teniendo presente siempre la historia, el periodista también le pide que no se deje provocar por los que quieren su fracaso, porque esta oportunidad de cambio quizá sea única. A Hildebrandt también le parece particular y risible el ego de García, que tendrá un Cristo, y a quien ve como un ejemplo de corrupción ostentosa.

-Antes de hablar del presidente electo, le pregunto cómo ha visto la campaña que pasó.
Polarizada, intensa, y además sintomática respecto de lo partido que está el país. Dos perúes combatiendo casi en el preámbulo de una guerra civil, y expresándose esto en un lenguaje de gran ferocidad, y con pocas posibilidades de reconciliación, más allá de las hipocresías y los protocolos, lo que anuncia es una suerte de atrincheramiento en las posiciones.

-Y esto se mantiene incluso después de la elección. Humala ha dicho que quiere un gobierno de concertación. ¿Qué tan difícil será?
Basta leer los twitters pos elección, de los ppkuyes y de la gente que alrededor de PPK no ha hecho sino expresar su pensamiento conservador y racista, para darse cuenta de que no hay sino una frágil tregua. Es cierto que el presidente electo está dando muestras de concertar, conciliar, ceder, y es cierto que la Confiep ha recogido ese mensaje. Pero me temo que si el presidente electo hace o dice algo que no esté en el libreto ortodoxo de la Confiep, la guerra se reanudará.

-Hay sectores para quienes la campaña no ha terminado.
Sectores que creen que ellos no pueden perder nunca, que si pierden la elección, conservan el poder, porque su poder no está sujeto al veredicto popular, sino que es un poder crónico, vitalicio, y es el poder del dinero. Ese poder se considera tan pétreo, que no es vulnerable a ninguna democracia. Esa es la gente que reclama a Humala ‘¿te vas a portar bien, o mal?’. Si te portas mal, nos hundimos todos, y si te portas bien, todo va bien. El Presidente se convierte en un rehén. Y no elegimos a un rehén; elegimos a un Presidente.

-Eso hasta suena a una amenaza. ¿Está amenazado el Presidente electo?
Es la soberbia de siempre, de la derecha peruana que nunca ha admitido ni sus errores, ni su falta de proyecto nacional, ni sus frustraciones en la historia, y que siempre ha querido tener la razón. Y todo lo demás es una suerte de chusma usable, siempre que sea obediente. Cuando la chusma da muestras de un relativo descontento, se convierte en algo peligroso.

-Ha dicho que la derrota de Keiko encierra un triunfo de la ética. ¿Es también un gesto de madurez social, o sólo una reacción ante un intento de imposición?
Creo que la derrota de Keiko es consecuencia de la rebelión del interior del país, en contra de Lima, de lo que representa, y de la política centralista. Keiko tuvo la desdicha de vincularse a Lima, a su proyecto autoritario y ultraliberal y por eso perdió. Pero me da escalofríos pensar qué hubiera pasado si hubiera sido más astuta, que felizmente no lo es: si se hubiese conectado más con las provincias y con el interior. Estadísticamente sí, es el triunfo de la ética; ahora, también es el triunfo de la rabia.

-Óscar Ugarteche dice que perdió esa derecha “falangista, racista, fóbica, oscurantista e ignorante”. ¿Es toda la derecha así, la que perdió?
 Hay empresarios que no se sienten representados por esa derecha mayoritaria, que viene de las cavernas. El capitalismo de los capitalistas no existe. Los países avanzados son eso, contratos sociales que aproximan a los trabajadores y a los propietarios del dinero, y esa gente moderna ha tratado de cambiar inútilmente a la derecha limeña, y no ha logrado ni lo logrará. La derecha va a tener que refundarse, o buscarse otro Fujimori, algún golpista, la reencarnación del autoritarismo podrido que tanto les gustó. Si la derecha no cambia, se convertirá en pandillaje o extremismo.

-Y quizá ahora sea el momento para la ‘gran transformación’ de la derecha.
Es el mejor momento. Vamos a ver si tienen la entereza de promoverlo. El Perú necesita una derecha civilizada y una izquierda moderna. La modernización de un país no sólo es poner grúas pórtico en el Callao, también es cambiar de aires, pensamientos, metas. Sustituir la indiferencia por compasión social; el compromiso por la intolerancia. Hemos vivido tiempos de exterminio mutuo, vino Sendero y quiso acabar con todo. Se fue Sendero, y (la derecha) siguió haciendo lo mismo. Hasta parecería interesada en promover otro Sendero.

-¿Si esa derecha es la que perdió, cuál es la izquierda que ganó?
La izquierda que ganó es la que ya no tiene que ver con el estalinismo; la izquierda PM, post muro. La gente que entendió por qué se cayó el muro, puede entender qué necesita la nueva izquierda. Felizmente, hay sectores en el partido de Humala donde esa corriente está representada. Desde luego hay una izquierda comunista, regresiva, anticuada, fósil, que quiere meterse en el humalismo. No creo que lo logre, no creo que Humala lo permita.

-Algo que ha terminado afectada en esta campaña es la credibilidad de la prensa. ¿Seguimos siendo el cuarto poder, o subestimamos más a la población?
La última encuesta de La Católica le da al cuarto poder el 48% de credibilidad, y 50% de incredibilidad; ya vamos perdiendo la batalla de la credibilidad, que es el único capital. Mi pronóstico es muy malo, y es momento de reflexión. Debería serlo, pero no lo va a ser, porque los conozco: son obcecados, totalitarios. La prensa se va a airear cuando los jóvenes que están en Internet se animen a pasar al papel. No creo que los viejos dueños de periódicos, tan próximos a grandes intereses y favores del gobierno, cambien. Van a morir ahí, con sus rabietas de mercado, con sus vaticinios apocalípticos y, sobre todo, con su imbecilidad crónica.

-¿Y el papel de la televisión? ¿Cómo ha visto la presencia de Jaime Bayly, el resurgimiento de Beto Ortiz, sólo por mencionar dos nombres?
En la misma prensa hay excepciones. En la TV también, pero hablamos de las tendencias gruesas y estas son convertirse en furgón de cola del poder. Porque sale un entrevistador temerario, temerario se le llama ahora a quien entrevista a alguien que no piensa como el resto; a lo que hemos llegado: que alguien que le arranca a (Jorge) Trelles la frase ‘nosotros matamos menos’ es un héroe. ¡Madre mía! No digo que Beto no haya cumplido una buena misión; la ha cumplido. Del mismo modo Bayly, si le queda algo de vergüenza, debe haber sentido mucha durante y después de su labor de sicario. Pero en grueso, la TV se ha comportado como una basura. Ha ayudado a polarizar con mentiras.
-Humala ha ganado la elección y en sus primeras declaraciones se ha apurado a dar explicaciones. ¿Qué debería hacer para dejar esa impresión de secuestro y empezar a ser el Presidente del cambio?
En primer lugar debería ser Presidente. Los presidentes no tienen por qué estar sometidos a presiones. Segundo, debe recordar por qué es Presidente. No lo es porque la Confiep le dijo que sí, o Canal 4, sino porque millones le dijeron ayúdanos, cambia algunas cosas. Que reciba a la Confiep me parece bien, pero que no reciba a la CGTP me parece mal. Me parece mal que diga que EEUU es un aliado estratégico. EEUU sólo tiene aliados estratégicos de la categoría de la OTAN, que ni siquiera es un país, o Israel. Pero que diga eso después de decir que habría que revisar algunos aspectos del TLC, me parece contradictorio, y ojalá que sea sólo un lapsus lingüe.

-Bueno, después de esta primera gira, irá a EEUU y Europa.
Es un viaje necesario, una conversación en Washington civilizada está bien. ¿Pero decir que aliado estratégico? Le está faltando a Humala un consejero con mayor influencia en política internacional. También dijo que va a evaluar al equipo de La Haya y eso no es ni correcto ni oportuno. Ese equipo lo hace bien, tanto, que Chile está muy preocupado. Que lo evalúe, pero que no lo diga. Eso será en Torre Tagle, ¿pero que lo diga en público? Es decirle a Chile ‘estoy preocupado porque creo que no lo estamos haciendo bien’. Parece que Humala todavía no está enterado de que es el Presidente.

-Humala tendrá muchas exigencias sociales, y tendrá una oposición que ya empezó a mostrar los dientes. ¿Qué papel tendrá la oposición?
Será una oposición a matar y feroz, del fujimorismo y sus aliados. Keiko y (Carlos) Bruce serán las dos cabezas de la oposición. Y luego habrá una oposición moderada, espero responsable, del resto de partidos, y ojalá que (Alejandro) Toledo pueda influir no como aliado incondicional, sino como moderador de su bancada. Humala se las va a ver con gente que quiere su fracaso; a la derecha le importa mucho su fracaso, porque probablemente sería el descarte definitivo de cualquier opción no sistémica. Después de un fracaso de Humala, sólo quedarán matices de la misma opción.

-Ante un escenario así, Humala parece indefenso. ¿Qué le queda, elegir buenos ministros, decisiones serenas, tener socios en la región?
Actuar con prudencia, no dejarse provocar. El aliado de Humala no se llama Morales, ni Kirchner, ni Correa, menos Mujica o Lugo. Si las papas quemen, ojalá que no, Lula no va a recordar ni que lo conoce. Su aliado es el pueblo. Si hay ese problema, Humala debe recordar que el pueblo lo eligió. ¿De cuándo acá un proceso de cambios se ha protegido por el exterior? Nunca. Humala no es un revolucionario, menos mal. Pero sí quiere cambios razonables, porque contrariamente a lo que piensa la derecha, este modelo sí es perfectible.

-¿Qué le parece el entorno de Humala, Nadine, Salomón Lerner, Chehade, Marisol Espinoza, Abugattás, y ahora Kurt Burneo?
Lo veo bien intencionado, variado, es un jugo surtido. Lo están haciendo bien. El asunto es qué pasará cuando empiece el gobierno. Su entorno tiene un problema, y es que Gana Perú no es un partido. Y hay corrientes. Lerner está a la derecha de (Javier) Diez Canseco, y éste a la izquierda de Marisol, y Chehade en un centro personal. ¿Qué los puede disciplinar? El poder y la responsabilidad de proteger a Humala de denuncias que podrían deteriorar su autoridad. La derecha jugará a encontrar contradicciones y tendrá éxito si esta gente sigue hablando cada vez que le preguntan. En política a veces el silencio es imperativo.



Un Presidente millonario

-En enero usted dijo que García tendrá que explicar por lo menos 10 casos de corrupción. ¿Siguen siendo 10?
No sé… en todo caso hay 10 de corrupción y uno de mal gusto, el Cristo en el Morro. Si hubiera una suerte de policía estética, tendría que ir preso. Vamos a ver si el coraje alcanza para esas investigaciones. Pero que Odebrecht done 850 mil dólares y el Presidente 100 mil (a esa obra), casi es una insolente transparencia, una manera clarísima de decir ‘miren lo bien que nos ha ido’.

-La donación de García ha sorprendido a más de uno…
El Presidente es muy rico. Puede soñar con tener un departamento en París. Y nunca ha trabajado. Y no ha podido tener éxito ni fracasar porque nunca hizo nada. Y es muy rico. Y la pregunta es, ¿de dónde es muy rico? Porque ha recaudado fondos, ha recibido gratitudes, ha hecho negocios que no sabemos y que no son formales, y tiene amistades particulares por lo generosas. El Presidente merecería un juicio de residencia. Ahora, ¿lo hará el próximo gobierno? No lo sé, pero lo dudo.

-¿Por qué? Una de las frases más repetidas por Humala en campaña es que investigaría a García.
Porque probablemente eso requiera mover el escenario político de un modo peligroso para el propio gobierno. García está consiguiendo una alianza con el fujimorismo… Es inminente el asunto de (Alberto) Fujimori.

-Se refiere al indulto.
Sí. Y el agradecimiento de la bancada fujimorista puede ser perfectamente la protección a García. No tiene suficientes congresistas para parar una investigación, pero a la hora de los loros, qué pasará con la gente de PPK, de Solidaridad, esas bancadas frágiles que no están soldadas por un programa principista: son mudables. Pero sería bueno que García pagara por lo que ha hecho. Él es un ejemplo de corrupción ostentosa.

-¿Cuál es el caso más emblemático de corrupción por el que podría ser procesado?
Sus vínculos con Odebrecht y Graña y Montero, que él mismo acaba de exhibir con este asunto del Cristo del Pacífico.

-Este monumento, al margen de lo económico, también revela un aspecto de su personalidad, además de su ego, ese afán de perpetuarse.
Tiene que ver con eso que usted dice, con su idea de perennidad, de historicidad o de eternidad. Pobre García; cree que va a tener una posteridad de cemento. No es así. Quizá algunos desde una embarcación vean eso, que medirá 37 m, y diría lo que muchos dicen al ver su fortuna: ¡Ay, Jesús! No será un monumento, sino un recordatorio. Es patético. El problema de un ego como el de García es que llega a ser cómico, humorístico. Un ego de ese tamaño ya no impresiona, divierte. Quiere que todo el mundo lo recuerde, pero vuelve a demostrar que las instituciones no le importan.

-Ya que hablamos de humor, parece que la renuncia de PPK a su nacionalidad también fue sólo una broma de campaña.
Desde el comienzo fue una mentira grosera. Y ahora PPK es una especie de consejero crónico; como una enfermedad que no se va. Él insiste en que tiene la fórmula y está convencido de que el 18% que obtuvo lo convierte en presidenciable y referente de opinión en economía. Pero no sabe que es un invento de García, uno de los tantos heterónimos que ha usado García. PPK no existiría sin él, y PPK cree que existe por sí mismo, y que tiene futuro. Ya que alguien de 72 años diga que tiene un gran futuro resulta conmovedor.

Otro bonito enredo: Las exoneraciones que no se quieren ir


Hans Rothgiesser



Mientras todos estábamos con la atención convenientemente puesta en el Cristo del Morro Solar y en el dirigente regional que se encierra en un canal porque no quiere enfrentar a la ley, el Congreso le ha puesto turbo y ha comenzado a aprobar una serie de normas que nos deberían preocupar mucho.  Claro, es de esperarse que en la última etapa de un gobierno el parlamento se acelere y quiera dejar instaurados todos esos proyectos que no pudieron pasar antes porque eran demasiado cuestionables.
Por suerte la página web del Congreso medianamente cumple con reportar en lo que anda, por lo que ya no necesitas a un corresponsal ahí clavado para enterarte de lo que sucede.  Por ejemplo, solamente ayer aprobó estas cuatro normas (además de otras muchas andanzas). Ustedes dirán que qué chévere que tengan la iniciativa de revisar el uso de los recursos en el tren eléctrico o que se reactive el parque industrial de Sullana (de lo cual necesitaría más información).  Pero tomen nota de que también se procede a normar el Bullying escolar.  Caray, a ver cómo le explicas a Tomasito que ahora está infringiendo la ley al robarle su lonchera a Andresito.  Y por supuesto, tomen nota también de que se aprobó el dictamen del proyecto de ley forestal y de fauna.  Esto último es bastante relevante.  El Perú ha estado operando sin ley forestal por años (décadas inclusive)… Y la propuesta de una ley forestal hace dos años trajo como consecuencia el incidente de Bagua, ¿recuerdan? Así que ahora dejen de babear con la frente en dirección al morro solar y comiencen a analizar el texto de esa ley, porque seguramente va a traer malestar a alguien.  Consideren, además, aunque les duela, que la aprobación de esta norma era lo que faltaba para por fin poder cumplir con todos los compromisos que había asumido el Perú al firmar el TLC con los Estados Unidos.  Ahora ya no estaríamos en falta.
A los que de verdad hablaban en mantenerse vigilantes les pido que también fijen la puntería en esta otra ocurrencia del Congreso: La de nombrar al personal contratado en empresas públicas.  Particularmente la parte sobre el nombramiento de los docentes en el Ministerio de Educación.  Tan bacán que iba a ser si persistíamos en el proceso de reforma de la plana docente.
Pero el día de hoy nos convoca otra preocupación.  La de la restitución de las exoneraciones tributarias para la Amazonía.  Y lo hacen hasta, ni más ni menos, el 2015.  Alguien con ganas de perder el tiempo podría hacer un repaso de todas las veces que se ha pateado la liquidación de estas exoneraciones que le traen inmensas pérdidas en eficiencia y en recursos al país.  La jugada es siempre la misma: Patear la decisión final de su eliminación a un siguiente Congreso, a ver si así llegamos al infinito.  Isaac Asimov estaría orgulloso.
Si fuera más inocente diría que el Ejecutivo seguramente la observará, dado que todos los análisis concuerdan en que esto no beneficia a las familias de menores ingresos, no ha tenido impacto positivo alguno en la creación de pequeñas y medianas empresas, que le cuesta al Estado un montón de plata, que hay mejores maneras que promover desarrollo y progreso en la Amazonía y que ni siquiera los empresarios formales de esa zona (agrupados en sus gremios o cámaras de comercio) celebran la permanencia de las exoneraciones tributarias.  Pero no, sabemos perfectamente que el Ejecutivo no observará nada.  O en todo caso, sería una grata sorpresa que lo haga.
Hay hasta dos costos distintos de mantener las exoneraciones tributarias para la Amazonía.  La primera es el dinero que deja de percibir el Estado.  Nos podemos hacer una idea en el Anexo B del Marco Macroeconómico Multianual 2011 – 2013 del MEF.  Solamente por concepto de “Exoneración del IGV a la venta de combustible por las empresas petroleras a las comercializadoras o consumidores finales ubicados en la Amazonía” se deja de percibir S/.59,581 millones, que no es cualquier cosa.  Y por la exoneración del ISC, S/.195,075 millones.  Si aún no les parece mucho, agárrense, porque en la página 97 de ese documento podrán ver el rubro “Exoneración del IGV en la Amazonía”, el cual alcanza la nada despreciable cifra de S/.1,315,125 millones, que es ni más ni menos que un 0.3% de todo el PBI del Perú.  Con esta plata no más ya se podría pagar buena parte de la Pensión 65 en su versión más populista.
Y uno podría decir que pucha, eso es lo que cuesta, pues, promover mayor actividad económica en la selva.  Lamentablemente las exoneraciones en la Amazonía ya han estado operando por suficiente tiempo como para hacer un análisis de si han sido efectivas.  Y no lo han sido.
Hace años que se viene insistiendo en la necesidad de su eliminación.  Y de hecho, ya existe la iniciativa legal -la que acaba de ser pateada uno cuantos años más-.  O sea, se acepta tácitamente que es necesario eliminar las exoneraciones tributarias en la selva, pero mejor ahoritita no.  Más tarde.  Por otros.  Chequeen, por ejemplo, lo que se dice en este otro documento, el Marco Macroeconómico Multianual 2009 – 2011.  Ahí se trata ampliamente el tema de las exoneraciones en general y con respecto a las de la Amazonía se insiste en la necesidad de contratar una consultoría que brinde más información aún al respecto.
La verdad es que más información no necesitamos.  Hacer empresa en la selva del Perú es más difícil que en el resto del país.  Check.  Hay que ayudarlos de alguna manera.  Check. ¿Cuál es la mejor manera de ayudarlos? Ahí está el problema.  Este planteamiento dice que si no pagan impuestos -opuesto a las empresas del resto del país que sí lo hacen-, tienen una ayudadita para salir adelante.  Pero ése no ha sido el caso.  Lo que se ha hecho es introducir una distorsión a la economía.  Este artículo de Perú Económico repasa eso y otro mito, al mostrar que en la selva del Perú hay centros de desarrollo que salen adelante aún con todos los problemas.
Ahí está el segundo costo de mantener las exoneraciones.  Las distorsiones son rayadas.  Por ejemplo, ¿saben que si tomamos toda la gasolina “consumida” en Madre de Dios, tendremos que cada automóvil en esa región en el año 2007 recorrió 780 kilómetros al día? Para que se hagan una idea, en Lima un automóvil recorre en promedio al día 28 kilómetros.  Esa distorsión se debe a que obviamente se está vendiendo en esa región gasolina exonerada de impuestos que luego va a parar por lo bajo a otra región.  Es imposible que se consuma tanto ahí.  O sea, estas exoneraciones lo que promueven es contrabando y movimiento informal de productos.
Algunos gremios de empresarios formales en la selva insisten en que prefieren ceder las exoneraciones tributarias a cambio de ciertos compromisos del Estado.  Por ejemplo, que termine concesionando una carretera o que construya un aeropuerto o qué sé yo.  Cosas que haga que los costos de hacer empresa en esas zonas sean menores.  Pero no, pues.  Más fácil es insistir en esta vaina, con la cual se pierde un montón de plata, no se ayuda a la disminución de la pobreza y se beneficia a los informales. ¡Excelente jugada pro-modelo económico, amigos congresistas!

lunes, 13 de junio de 2011

Conchín de Huántar


Por Augusto Álvarez Rodrichalvarezrodrich@larepublica.com.pe

Alan García indultaría a Fujimori antes del 28 de julio.

Está en marcha un operativo para indultar a Alberto Fujimori antes de que Alan García deje la Presidencia, el cual será la cereza de la torta del pacto aprofujimorista ejecutado durante este lustro y cuyo monumento conmemorativo es, precisamente, el ‘penal’ de la Diroes.
Varios indicios apuntan a ese desenlace. El último pasó desapercibido el viernes 3 de junio, a solo dos días de la elección, cuando la premier Rosario Fernández publicó la RM Nº 0105-2011-JUS con un relevo en la presidencia de la crucial Comisión de Gracias Presidenciales que debería recomendar el indulto de Alberto Fujimori, designando ahí a Fernanda Ayasta Nassif.
El plan inicial del gobierno era, como lo esbocé hace unos meses en esta columna, que García indultaría a Alberto Fujimori luego del triunfo de su hija, como pago por el pacto aprofujimorista de este quinquenio, incluyendo el apoyo camuflado a dicha candidatura, a cambio de lo cual el actual presidente obtendría protección durante del gobierno siguiente.

Dicho objetivo no se detuvo por el ‘contratiempo’ de la derrota de Fuerza 2011, empezando por la declaración de Alan García de que corresponde el indulto “si es por razones humanitarias, me parece bien; razones humanitarias es cuando una persona está padeciendo una terrible enfermedad, y el sentido humanitario es ponerlo en su casa y hacer que convalezca”.

Coincidentemente, Alberto Fujimori fue trasladado de la Diroes al INEN, lo cual fue filmado y entregado a la prensa para su difusión, junto con la declaración de su médico y congresista, Alejandro Aguinaga, de que su situación “está complicada”.

Coincidentemente también, como globo de ensayo, el congresista aprista José Vargas planteó que “el presidente García podría darle un indulto (a Fujimori), pues la dignidad de la persona humana está por encima de toda consideración”.
Estos son solo algunos indicios de que el presidente García indultaría a Fujimori antes de irse, con argumentos tan previsibles como la salud del preso, la alta votación de su hija, la necesidad de reconciliación política y el hecho de que nadie podría dudar de que su magnanimidad tenga razones subalternas, pues él fue perseguido por el ex presidente hoy condenado a 25 años por –disculpen la franqueza– dictador, ladrón y asesino. Y como no puede haber indultos por delitos de lesa humanidad, Fujimori sería llevado inmediatamente a Japón, antes de cualquier contramarcha, para recibir atención médica.

Los indultos se justifican, sin duda, por un sentido humanitario. Pero el de Fujimori es un escándalo, pues constituye el pago final a una componenda política que le permitió al Apra gobernar con el apoyo fujimorista a cambio de esta gracia presidencial que se concretaría en breve, y de un trato especial en la Diroes, un ‘penal’ que es el monumento a este pacto indecente.

Periodismo con kimono


Por Augusto Álvarez Rodrichalvarezrodrich@larepublica.com.pe

Objetividad, subjetividad y mentiras que afectan a la democracia y manchan al periodismo.

MACHU PICCHU PUEBLO. Algunos hechos políticos confluyen en un mismo momento sobre un mismo asunto, pero es difícil atribuirles causalidad común. Otros, en cambio, al inicio parecen desvinculados pero luego se revela su conexión. Sospecho que los peruanos estamos por presenciar un fenómeno del segundo grupo.

INDULTO EN MARCHA. Este diario reveló hace unos días que Palacio cocinaba el indulto a Alberto Fujimori. Entonces, el presidente Alan García y sus ministros se apuraron en desmentirlo pero con el mismo tono que usaron antes cuando cocinaban el indulto de José Enrique Crousillat, es decir, el que usan cuando han sido ampayados y se ven obligados a buscar otra manera u oportunidad de concretar su intención.
El indulto no sería –como cualquiera intuye– humanitario y sí interesado, pues sería parte de un intercambio de favores para que el presidente García obtenga protección durante el próximo lustro frente a investigaciones sobre su gobierno.
Pero esto requiere, de modo indispensable, que Keiko Fujimori se ponga la banda el 28 de julio, un objetivo para el cual el presidente García parece cada vez más ansioso.
En dicho esfuerzo también participarían otros dos sectores. Uno es un grupo de técnicos supuestamente independientes para dar credibilidad a las acciones de campaña fujimoristas. El otro es un conjunto de medios de comunicación que ayuden a fortalecer las versiones a favor de la candidatura de Fujimori.

INSULTO EN MARCHA. A los diarios que han tomado partido por dicha opción en la segunda vuelta  –Expreso, La Razón, Correo– y algunos desde, incluso, el inicio de la campaña –como Perú.21, hoy el más fujimorista de todos los diarios peruanos–, junto con algunos canales de televisión, se ha sumado, desde hace dos semanas, el grupo El Comercio en pleno.
Esto lo ha llevado a poner en marcha un conjunto de acciones para asegurar una posición férreamente fujimorista que alinee a todos sus diarios y a los dos canales de televisión que controla el grupo El Comercio
–América TV y Canal N– a favor de la campaña de Keiko Fujimori.
Entre las acciones en marcha están el despido de los periodistas sobre los cuales los directivos del grupo  –los empresariales, no los periodísticos– tengan sospecha de que aspiran a una cobertura equilibrada entre las dos candidaturas.
Esto incluyó el intento de despedir, desde hace un mes, a Laura Puertas, editora general de América TV. Al encontrar dificultades para ello, procedieron, en el día previo al inicio de la Semana Santa –cuando baja la atención política–, a despedir a Patricia Montero y José Jara, productora general y jefe de informaciones, respectivamente, de Canal N, quienes han declarado al diario español El Mundo que los botaron por “no seguir la línea de apoyar a Fujimori y de atacar a Humala”.
No conozco a Jara pero tengo buenas referencias de su trabajo. Sí, en cambio, a Montero, quien desde hace doce años ha sido un factor relevante para que Canal N pueda ofrecer una cobertura equilibrada, dando espacio a todos los sectores políticos, intentando acercarse a la verdad, y proyectando credibilidad. Es decir, todo lo que ahora les disgusta a los directivos actuales del grupo El Comercio.

PERIODISMO Y PROPAGANDA. ¿Puede un medio adoptar una posición a favor de una línea política y de un candidato? Sí, sin duda.
Un medio tiene el derecho de escoger su propia línea editorial y su estilo de cobertura informativa. El periodismo no es, como reclaman muchos, un oficio de la objetividad, pero el hecho de que se reconozca la subjetividad de esta actividad no puede ser el biombo para la mentira, que es lo que está pasando, lamentablemente, con varios medios en esta campaña.
Un medio puede y debe adoptar una posición editorial, pero esa posición no puede ser nunca la horizontal para echarse a favor de un candidato y ponerse a mentir sobre el rival, llegando, incluso, a poner en la calle a los periodistas decentes que no quieran sumarse al coro de los que sí aceptan matricularse en el lado más vil del oficio, el de la mentira por encargo.
Más allá de la posición editorial de un medio, este no puede romper –especialmente en espacios como la televisión–, por respeto al público y a la ciudadanía, un equilibrio y una pluralidad informativa esenciales.
El periodismo que quiera ejercer el oficio con independencia y veracidad nunca puede ser instrumento de propaganda de un candidato.
Esto no tiene que ver con la defensa de una candidatura específica sino con la defensa del derecho del ciudadano a que no le den gato por liebre y del papel tan importante que juega la prensa independiente, decente y honesta en un sistema democrático.
¿Así pretende el grupo El Comercio, por ejemplo, organizar debates entre candidatos que, además de ser pomposamente aburridos, serían como invitar al Alianza Lima a jugar según las reglas de la ‘Trinchera Norte’ o a la ‘U’ según los criterios del ‘Comando Sur’?
El indulto en  marcha para Fujimori y el kimono que se ponen algunos medios pueden parecer eventos desvinculados, pero pronto se revelará la conexión. Indulto, impunidad y periodismo mentiroso constituyen un combo pernicioso que significa un grave riesgo para el sistema político peruano.
Que el grupo El Comercio que actualmente controla América TV y Canal N, y conforma con los diarios de esa corporación el conglomerado periodístico más grande del país, haya decidido ponerse el kimono para mentir a favor de una candidatura es una noticia lamentable para el periodismo nacional y para la democracia peruana, y es una consecuencia de haber confundido los valores del periodismo decente con los de la Bolsa, que hoy parecen ser los únicos que interesan y guían las acciones de dicho grupo.

domingo, 12 de junio de 2011

Julio Cotler: “Alan García es el gran derrotado de estas elecciones”

Julio Cotler: “Alan García es el gran derrotado de estas elecciones”
Julio Cotler plantea aquí los desafíos que deberá enfrentar Ollanta Humala: de un lado, una fuerte oposición mediática y conservadora, en alianza con las élites empresariales; y, del otro, la presión de sectores extremistas que intentarán radicalizar su gobierno.
 
Por Flor HuilcaFotos José Loo
¿Qué escenario le espera a Humala como presidente? Hay fuertes presiones para que diga quiénes serán sus ministros.
–Va a tener que resistir las presiones indeseables hasta que tranquilamente pueda tomar las decisiones del caso. No tiene por qué abalanzarse para satisfacer a sus derrotados contendientes.

–¿Ve condiciones para que se apacigüe este clima de presión en su contra?
–Yo creo que eso ya bajó. Todos han reconocido los resultados. Aparte de algunos exabruptos del vicepresidente electo, la gente está hablando tranquilamente. La banca internacional recomienda comprar acciones peruanas y los agentes evaluadores no ven ningún tipo de peligro. Toda la visión catastrófica que nos habían dicho que iba a producir este seudo chavista no es tal. Creo que se van a tranquilizar las aguas.

–¿Habrá un periodo de tregua, una luna de miel entre el gobierno y la opinión pública?
–No sé si le darán luna de miel. Creo que hay algunos medios que le van a saltar a la yugular permanentemente para bloquearlo, y Humala va a tener que aprender, con su entorno, a lidiar con esa situación. Esa gente no va a tolerar que el Estado no solo se encargue de sus intereses sino también de los intereses y necesidades de otros sectores. Vamos a tener un periodo de tensiones alrededor de medidas distributivas, sin que tenga que afectar necesariamente los equilibrios económicos.

–¿Podrá el nacionalismo, con las alianzas que va sumando, garantizar las reformas que ofreció en campaña?
–Humala se va a tener que enfrentar con tres frentes: uno, el externo, que no está dispuesto a ceder en nada para que el Estado pueda hacer medidas distributivas. En segundo lugar, las diferentes tendencias y facciones que se encuentran en su entorno –no digo en el partido porque el partido no existe–. Y en tercer lugar, las demandas sociales. Va a tener que lidiar con todos estos conflictos porque pasado mañana Puno va a demandar, El Comercio va a exigir, al otro día las facciones radicales van a presionar. Eso es el Perú. Es lo suficientemente inestable, con instituciones suficientemente inseguras y débiles como para que se pueda prever una conducción tranquila, fluida de los asuntos.

–¿Esas presiones externas podrán encauzarse de manera democrática?
–Con Toledo y con García también hemos tenido coyunturas complejas que han bordeado situaciones no democráticas, y mal que bien hemos salido de ellas. Yo lo que espero es un poco más de lo mismo porque, bueno, frente a una revuelta puneña habrá los que quieren conceder todo, otros que van a pedir la represión inmediata. Entre esas presiones él va a tener que jugar. Esa es la democracia. Es un asunto en el que se toma y se daca. Y eso en el Perú se considera malo, y no es así. Uno tiene que reconocer una pluralidad de interés que muchas veces son contrastantes entre sí. Uno tiene que, más o menos, ir negociando, ajustando, concediendo, reprimiendo. Es idea de una fluidez institucional, que hay carriles tranquilos, no es el Perú. ¿De qué país estamos hablando?

–¿Lo que Humala y sus voceros han dicho y hecho luego de las elecciones ayuda a generar confianza? ¿Cuáles deben ser sus acciones inmediatas?
–En primer lugar, tomar las cosas con calma y dejar que las aguas se tranquilicen un poco, no digo que vuelvan a su cauce porque  eso es difícil. Que tome decisiones poco a poco, de acuerdo con una combinación de objetivos que se proponga. Eso forma parte del arte, de la sabiduría de los políticos. Él va a tener que aprender porque nunca tuvo esas condiciones. Va a ser un aprendizaje político rápido en el que vamos a ver muchas metidas de pata como lo hemos visto con otros presidentes, sin pensar que el mundo se viene abajo.
Triunfó la facción democrática
–Si bien las cosas se están tranquilizando y Ollanta ha garantizado que respetará su compromiso firmado, ¿es suficiente para pensar que será un gobierno democrático?
–Aunque él no quisiera, las condiciones están. Este resultado es el triunfo de la facción democrática del país. Ese 20% que se agregó al 31% de Humala ha decidido la suerte democrática del país. Considero que eso es muy valioso para el futuro del país; supone la existencia de un grueso sector comprometido con el Estado de Derecho y con la distribución de los beneficios del crecimiento económico, es decir, con la democracia. Cuánto él querrá ser demócrata o cuánto no querrá; la voluntad es importante, pero las condiciones son decisivas. Si él ha tenido que cambiar de discurso ha sido porque tenía que ganar la elección y para hacerlo necesitaba de ese 20% democrático. Va a tener que depender mucho de esas condiciones.

–¿Las alianzas que ha sumado en el camino deben reflejarse en el gobierno? ¿Tendría que haber un gabinete plural?
–Sí creo que va a ser un gabinete plural. Creo que vamos a tener diferentes tendencias, diferentes tipos de personalidades que van a necesitar, internamente, jugar democráticamente para llegar a determinados consensos.

–Pero eso es lo que parece complicado. Desde ahora hay una oposición a Pensión 65 y a las medidas sociales que ofrecieron.
–La derecha peruana se va a oponer a cualquier medida distributiva que afecte sus bolsillos y sus principios. Sobre esa base él tiene que partir. No podemos ignorar la existencia y la presión de una buena parte del país, sobre todo voceros importantes que tienen control de medios y de recursos económicos, que van a estar allí. Dejémonos de imaginar que deberían ser otras las condiciones. El problema es cómo él moviliza a la gente interesada en cuestionar esos principios y llevar adelante los cambios. Eso es difícil y será difícil para cualquier actor político que quiera hacer política democrática. Se trata de respetar la pluralidad de interés y necesidades. La cuestión es imaginar cómo se van a desenvolver tensionalmente todos estos problemas, sin pensar que puedan andar juntos y sin caer en una situación de amansamiento total y de abandono total a sus principios.

–Durante la campaña se ha creado la sensación de que un triunfo de  Humala podría crear una situación de inestabilidad.
–¿Y con Toledo? ¿Y con García? La gente se olvida. Cree que el Perú es un país estable, maravilloso, que podemos estar en Suiza. Esa no es la situación. La inestabilidad es inherente a la condición peruana.

–¿Hay algún riesgo de volver al primer plan de gobierno y que se abran las puertas para posiciones chavistas?
–No lo creo. Hay suficientes anclas como para impedir que eso suceda. Tenemos suficientes experiencias internas y externas para decir: al primer truco, eso ya lo conocemos. Si acá hay un pánico de pasar de una inflación de 2% a 3% es porque recordamos el año 85, y si nos vienen con que hay que cambiar un poco la Constitución, inmediatamente sospechamos de Chávez, así que estamos vacunados contra los riesgos autoritarios por uno y por otro lado.

–Pero si bien Ollanta dijo que se va en cinco años, se está rumoreando que su esposa postularía a la presidencia el 2016. ¿Esto qué tanto rompe con el espíritu de alternancia que tenía el compromiso que firmó?
–Todavía no ha sido oficializado como presidente y ya están imaginado quién será la sucesora.
–Incluso el congresista Jorge del Castillo ha planteado prohibirlo expresamente.
–¿Por qué? ¿Por qué se le quitan los derechos ciudadanos a la esposa? Si es que los peruanos, en legítimas y democráticas elecciones, queremos elegir a la esposa del actual presidente electo, por qué nos van a prohibir. Pero yo no creo que se dé esa situación y no vale la pena ese tipo de discusiones ahora.

Bayly fue derrotado
–Un sector de la prensa mantiene posiciones abiertamente contrarias a lo que representa Humala. ¿Cómo imagina este flanco?
Rafael Rey ha dicho que se dedicará al periodismo. ¿Podríamos llegar a situaciones de conflicto parecidas a las de Ecuador?
–El nuevo gobierno deberá tener suficiente manga como para contrarrestar todo eso, además Bayly no logró derrotarlo. El Comercio fue el derrotado en estas elecciones junto con Bayly y todos los medios en esa línea. Los medios tienen influencia pero no es total. Esos actores ya están en la oposición y habrá una fuerte oposición. El fujimorismo sacó un 48% de votos que  no es para desdeñar. Además los poderes fácticos, el sector financiero y los medios de comunicación, a los que se suma la autoridad de la iglesia, con el franquismo que tenemos acá, están allí. El problema es cómo lidiar razonable y eficazmente con estos sectores, sin tener que abandonar sus principios y sus objetivos. Tal vez tenga que prolongar la realización de los mismos, tal vez tenga que mediatizarlos. Eso es posible. Pero hay determinadas cosas que se deberían hacer ya; hay muchas cosas...
–¿Como cuáles?
–Hoy por hoy, ya se incorporó la idea distributiva de Pensión 65, de Cuna Más, de impuesto a las sobreganancias mineras. Hay un montón de medidas distributivas que se pueden desarrollar y que pueden, dadas las condiciones del Perú, ir modificando positivamente el perfil del país. Se puede hacer una redistribución regional de los recursos, reconocer a determinados sectores la legitimidad de sus demandas, dejar de pensar que los peruanos somos tristones y por eso protestamos o que somos perros del hortelano. Hay que tratar a los personas como ciudadanos; eso puede ser de una importancia tan grande como hacer que la gente tenga más plata en los bolsillos.
–¿Cuál debe ser el papel del fujimorismo? Está pendiente el fallo del TC sobre el juicio a Fujimori y están proponiendo la posibilidad de que sea indultado.
–En caso de enfermedad. No se trata de hacer venganza.  Se justifica el indulto para un delincuente preso con enfermedad terminal. Ahora, el papel del fujimorismo es liberar al jefe y reivindicar lo que hicieron, al punto de lavarle la cara por todos los delitos que cometieron y, para eso, se asocian con lo más derechista y reaccionario del país.

–En el 2006 Humala también pasó a la segunda vuelta, y políticos y empresarios hablaron mucho de inclusión social. ¿Qué tanto ha cambiado el país desde ese entonces?
 –Lo que nadie dice es incluir a quién, en dónde y a qué. La inclusión se ha vuelto una palabra que sirve para todo y para todos. Estas elecciones, como la del 2006, ponen de manifiesto la profunda desigualdad en todo orden de cosas que existe en el Perú, especialmente en la sierra y la selva. El país tiene las desigualdades regionales más fuertes de América Latina. Esas desigualdades no se resuelven únicamente a través de una distribución material de los bienes, sino también a través de una distribución simbólica; hay que reconocer la validez de las costumbres, historias y reclamos de todos por igual.

–¿Este triunfo de Ollanta y anteriormente el de Villarán pueden verse como el resurgimiento de una izquierda democrática?
–Esto me hace recordar mucho el título de una obra de teatro clásica de Pirandello que se llama Seis personajes en busca de autor. Lo que expresa eso es que hay una masa de personas que están buscando la manera de constituirse como un grupo, una colectividad alrededor de una plataforma más o menos consistente. No sé si de eso saldrá una corriente fuerte de izquierda democrática. Mientras no haya una renovación ideológica, teórica y de cuadros políticos, estas izquierdas seguirán ancladas en el pasado.
–¿Quiénes cree que son los grandes derrotados de estas elecciones?
–Alan García es el gran derrotado; no se cumplió su predicción, ni su preferencia. Eso de que él no podía poner presidente pero sí podía impedir que gane el que no quisiera no le funcionó; perdió su predicción y su preferencia. El fujimorismo, en cambio, no ha sido derrotado. El 3% de ventaja no es una derrota aplastante. No sé si la palabra reconciliación vale porque no creo que haya muchas posibilidades de conciliar; van a tener que aprender a convivir, más o menos, contradictoriamente en el país. La idea de que esta vez no vamos a tener los mismos eventos trágicos de la época de Toledo o García es irreal.
“La constitución puede modificarse”


–¿Es justificado el temor a los cambios constitucionales? ¿Por qué generan tanta resistencia?

–Yo no soy partidario de hacer tantos cambios, pero hay que reconocer que las constituciones no son piezas rígidas que deben quedar sin modificación alguna durante mucho tiempo. Ahora, tampoco se trata de aprobar la revocatoria del presidente y de congresistas, cosa que me parece una barbaridad porque a la inestabilidad peruana se le agrega más inestabilidad. Allí sí sería caer en un caos que sería aprovechado por muchos, pero otra cosa es decir que no se pueda tocar la Constitución. Yo no le veo problema.

–¿Incluido el capítulo económico?
–¿Y por qué no? Si es que hay necesidad y consenso, ¿por qué no se puede cambiar? Allí está el temor de lo que pasó en el 80, pero (en Gana Perú) han dicho que se pueden dar leyes puntuales para que determinadas empresas del Estado intervengan en determinadas áreas; yo prefiero eso a abrir la posibilidad de que el Estado intervenga de manera discrecional en cualquier área.

miércoles, 8 de junio de 2011

El hombre que se adelantó

Por Álvaro Vargas Llosa
Los insospechados hallazgos de William Mangin, el científico social norteamericano que, a diferencia de lo que muchos creen, fue el primero en estudiar la informalidad  en el Perú.
Publiqué hace unos años tres textos demostrando que William Mangin, antropólogo norteamericano, había sido el primero en estudiar la economía informal en el Perú y en divulgar la visión de este fenómeno como algo que representaba un enorme potencial. Publicó varios textos en Estados Unidos y uno en La Prensa, de Pedro Beltrán. Como mi amigo “Peluca” de Soto ha eludido debatir conmigo sobre este y otros temas, ofrezco una versión ligeramente actualizada del primero de aquellos textos.
Hago una consulta a un historiador norteamericano a propósito de un asunto menor, y me dice: “Te respondo si me prometes que harás justicia en el Perú a William Mangin, el hombre que se adelantó 30 años en la exaltación de la economía informal y a quien nadie menciona”. El chantaje me desarma, de modo que me zambullo en la obra de este antropólogo jubilado de Syracuse University. Descubro, en efecto, que lo vio y lo supo todo con tres décadas de anticipación. Si el Perú, donde realizó meticulosas pesquisas en los años 50 y 60, hubiera prestado atención a los textos académicos en los que desbarató los prejuicios que entonces rodeaban –y rodean todavía– a la economía informal, seríamos una mediana potencia. En la parte final de El otro sendero se concluye que los informales no son, como creen la izquierda y la derecha, un problema: más bien, un problema que contiene su propia solución. Los jóvenes liberales de entonces no sospechábamos que esa idea y esa frase eran también el título de un deslumbrante ensayo de Mangin publicado en el verano de 1967, en la Latin American Research Review: “Latin American Squatter Settlements: a problem and a solution”. No es su única contribución a la materia. Tres años después recogió en un libro del que fue editor, Peasants in cities (Campesinos en las ciudades), varios ensayos más, entre ellos “Tales from the barriadas” (Relatos de las barriadas, como se llamaba entonces en el Perú a los pueblos jóvenes). Mangin comprendió que en los pueblos jóvenes germinaba no una revolución proletaria sino una economía de mercado, y que la gente daba respuestas creativas, audazmente empresariales, a unas condiciones creadas por la proliferación de obstáculos legales, en abierto desafío a un Estado incapaz de brindar los servicios prometidos.           Antropólogo intelectualmente honrado, acató lo que sus ojos vieron y lo dijo sin ambages. En 1963, antes de que mis padres estuvieran casados, ya escribía: “Las barriadas son por lo general lugares tranquilos habitados por grupos de familias muy trabajadoras, pero su imagen pública es: violencia, inmoralidad, pereza, crimen y política revolucionaria de izquierda”. Dos años después, gracias a sus investigaciones en el asentamiento General Benavides (nombre usado para disimular el de Ramón Castilla, el mismo que usaría para su investigación Hernando de Soto años después sin mencionar a Mangin), aseguraba: “Ningún futuro gobierno tendrá la fuerza suficiente para expulsar a los más de 200.000 invasores de tierra alrededor de Lima”. En 1967, afirma, en su ensayo “Latin American Squatter Settlements: a problem and a solution”, que “los asentamientos humanos representan una solución al complejo problema de la rápida urbanización y migración, así como la escasez de vivienda. El problema es la solución”. Explica que “han organizado desde sistemas de agua privados hasta mercados, división del trabajo y grupos que recaudan dinero para comprar la tierra que habitan”. Añade que tienen “tribunales no oficiales para disputas menores”. Observa que “los asentamientos están formados abrumadoramente por familias pobres que trabajan duro y aspiran a salir adelante legítimamente”. Su conclusión de hace 37 años, a partir del fenómeno que había estudiado, es impecable. Estas son las cuatro contribuciones que, según él, los informales estaban haciendo a la economía nacional: “inversión en vivienda y mejora de la tierra”, “mercado de trabajo”, “crecimiento de la pequeña empresa” y “un capital social intangible invertido en la formación de la comunidad”. ¿Y por qué esta economía promisoria no daba el gran salto? La razón es precisa: “Los reglamentos de zonificación y planificación impiden la expansión de la economía local”. Es decir: por culpa de las normas estatistas. Si los gobiernos de los años 50, 60 y 70 (en esa década aconsejó en Lima otorgar títulos de propiedad a los informales) hubieran prestado atención a estas macizas lecciones, el Perú sería otro. Lo mismo puede decirse de otros países latinoamericanos. En los años 70, estudios “ninguneados” que hoy nadie cita dieron en el mismo blanco. Por ejemplo, “The evolution of the law in the barrios of Caracas” (La evolución de la ley en los barrios de Caracas), de Kenneth Karst, Murray Schwartz y Audrey Schwartz. En el África, el antropólogo Keith Hart, otro nombre recoleto, afirmaba respecto de Ghana, usando la palabra “informalidad”, lo que otros señalaban en América Latina. Cada generación vuelve a descubrir las mismas verdades, incesantemente. Algunos países aprenden a respetarlas. Otros, no. Hace unos días, de paso por Nueva York, enterado de que no estaba muerto, como suponía, ubiqué a Mangin. Le agradecí lo que hizo por el Perú y le ofrecí disculpas por el silencio en que se guarda su nombre. “¿Por qué no le hicieron caso?”, le pregunté. Respondió: “Porque la izquierda creyó que yo era muy poco revolucionario y la derecha creyó que lo era demasiado”.


jueves, 2 de junio de 2011

“Esterilizaciones forzadas en el fujimorismo fueron un crimen”

Recuerda que a fines de los 90’ la Iglesia denunció intervenciones quirúrgicas “indignas”.  Episcopado recogió pruebas de que métodos eran política de Estado.

Ana Núñez
La Iglesia ha lamentado el desarrollo de la campaña electoral. ¿Qué les preocupa?
Nosotros lamentamos la forma en que se está llevando esta campaña, porque hay un Perú enormemente polarizado, hay mucho insulto, hay mucho agravio de uno y otro lado. Nosotros, como Iglesia, buscamos el bien de la persona, el bien común y queremos el progreso del Perú.

Se ha acrecentado una brecha entre los peruanos...
Sí, por eso lamentamos ese hecho e invitamos a un voto libre, responsable, reflexionado. Como Iglesia, como Conferencia Episcopal, invitamos a que haya imparcialidad, porque es lo saludable.
En su comunicado, la Conferencia Episcopal se pronuncia en defensa de la vida, pero uno de sus pastores, monseñor Cipriani, apoya un proyecto que reivindica a un gobierno en el que se realizaron esterilizaciones forzadas. 
Quisiera que se diferencie lo que es la Conferencia Episcopal con lo que es una persona, con el respeto que se merece esa persona. En ese tema, debo reafirmar lo que la Iglesia dijo en su momento. Hay documentos de la Iglesia, del Episcopado, que en este momento son válidos. Si la Iglesia se calla, haría mal, porque no estaría respondiendo a su misión de defender la vida, la maternidad, y la paternidad, que son derechos naturales.

¿Qué dicen estos pronunciamientos del Episcopado?
En 1997, el Consejo Permanente de la Conferencia Episcopal, integrado por 12 obispos, emitió un documento en el que (leo un párrafo) “rechazamos enérgicamente el criminal abuso de la ignorancia y el uso de presiones dirigidas contra los sectores más pobres de la población, a quienes –pareciera– se quiere exterminar con campañas compulsivas de control natal”. 

Denunciaban ustedes las esterilizaciones forzadas...
Así es. En uno de los párrafos se dijo que “la esterilización intensiva de mujeres pobres campesinas no solo lesiona su libertad y su dignidad, sino que al suprimir los nacimientos en las zonas rurales, la población de las mismas –ya mermada por las migraciones– disminuye radicalmente, lo que llevará pronto al vaciamiento del campo”.  El 98, la Asamblea de los Obispos hace un nuevo comunicado. 

¿Investigaron las denuncias? ¿Tenían pruebas contundentes?
El comunicado de los Obispos es contundente. Voy a leer sólo algunas frases: “Tenemos pruebas consistentes e irrefutables que demuestran que los métodos de control natal son impuestos en muchos casos mediante presiones, engaños o el ofrecimiento de beneficios materiales, y que las operaciones de esterilización se producen muchas veces en condiciones higiénicas peligrosas e indignas (...) Los dramáticos y clamorosos casos de víctimas de esa política, lamentablemente, han sido presentados por las autoridades como situaciones excepcionales de un programa que en sí sería bueno. Advertimos a nuestro pueblo que no es así”.

¿Sí era una política de Estado del fujimorismo, entonces?
Lo dice el documento. Se trataba de “violaciones a la libertad y al derecho a la vida son consecuencia previsible de la política antinatalista que pone las cifras y las metas por encima de los hombres y mujeres de nuestro pueblo”.
La Iglesia recogió denuncias

Y tenían pruebas de eso...
Por supuesto. Cuando la Conferencia se pronuncia, lo hace basándose en realidades y no en fantasías, y ese es el valor de este documento. Si yo como presidente de la Conferencia me quedo mudo sobre este hecho, no estaría bien, porque no podemos quedarnos callados respecto de nada que atente contra la vida, como es este caso.

Se quiso acabar con la pobreza acabando con los pobres...
Se quiso acabar con la pobreza acabando con la posibilidad de que  otros seres humanos nazcan en esa pobreza. Hay una frase. En el documento se dice que “los pobres no son una enfermedad a combatir”, lo dijo la Iglesia en su momento y lo dice ahora. La Iglesia hubiera hecho mal si callaba esto. No lo hizo y no lo hace ahora.

¿Las esterilizaciones del fujimorismo fueron un crimen?
El aborto es un crimen, la eutanasia es un crimen, las esterilizaciones forzadas fueron un crimen.
“Cipriani no es quien representa a la Iglesia en Perú”

Si ningún representante de la Iglesia debe pronunciarse a favor de un candidato, ¿qué pasa con monseñor Cipriani..
Bueno... debió haber mantenido (la imparcialidad), pero es un ciudadano y tiene una opción. Evidentemente, es bastante preocupante. Nosotros debemos cuidar a nuestros fieles y mantener una imparcialidad...

Hace dos domingos los fieles  tuvieron que escuchar un pronunciamiento de respaldo a las posiciones políticas de Cipriani en misa...
Tengo entendido que el Arzobispado ha señalado que no hubo una orden para que se difunda ese documento, pero fue leído en algunas parroquias. Pero el comunicado nuestro insiste en que la primera responsabilidad de la Iglesia es anunciar el evangelio, y también proclamar la defensa de la vida.

Sin embargo, el máximo representante de la Iglesia se ha pronunciado a favor de una opción sobre la cual pesan denuncias de crímenes de lesa humanidad...
El señor arzobispo de Lima es el arzobispo de Lima, como el señor arzobispo de Piura es arzobispo de Piura, pero el representante de la Iglesia en cada país, sea Ecuador, Perú, o Chile,  es el presidente de la Conferencia Episcopal.

Por tanto, las declaraciones de Cipriani son a título personal.
Son una posición personal, que merece respeto, pero no son la posición de la Iglesia en el país.